lunes, 26 de octubre de 2009

Tarde de poda, again and again and again.

Seguimos con la buganvilla centenaria, pero esta vez no ha traido el calzado apropiado para la poda. Se me ha hecho eterno, porque ahora tocaba los troncos. ¡Ha sido horribleeee!


Troncos más grandes que mi cabeza y unas ramas que ya me había dado cuenta de que estaban enrte enormes y salvajes, pero no hay mejor ciego que el que no quiere ver.

Que pasada eh, pues todo esto lo ha hecho el vecino, que por cierto, que sepa el mundo que las sierras eléctricas son adictivas, que me dijo que cortaba las ramas en troncos más pequeños, pero cada vez que enchufaba ese aparato del demonio los hacía más y más pequeños, que ya pensaba que como siguiera la cosa por ese rumbo me dejaba dotada de palillos para el resto de mi existencia.





Aqui Lucas haciendose el tonto sin ayudar nada, nada, nada, pero nada. Que se le ve el plumero que anda tonteando con las plantas.


Pero la verdad, que ha quedado genial, ya por fin me puedo sentar tranquilitaaaaa.



2 comentarios:

  1. que manera de trabajar......Si todo lo hace igual de bien....ya sabes.....me la traes a casa para que me limpie la casa....jajajja......

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  2. Hola cielo, entre a agradecer tu paso por mi rincon, perdona que no lo haya echo antes.
    Que decirte de esta entrada, me encanto la forma original de hacer tus entradas, vamos, en breve debo hacer yo una poda y despues de este post como que me da menos pereza.

    Besines y feliz fin de semana.

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